En este momento salimos del monopolio de escuela pública y escuela privada para meternos de lleno a reflexionar acerca de otros tipos de escuela y de otras formas de educación. Este es el caso de las escuelas aceleradas y las escuelas cooperativas, tienen dos formas de concebir la educación distinta.
En primer lugar, las escuelas aceleradas son un buen tipo de escuelas, destinadas a un perfil familiar más marginal. Su objetivo es que los niños aprovechen al máximo la escuela y las horas que están en ella. Por tanto, se pretenden impartir todos los conocimientos posibles aprovechando cualquier momento o situación cotidiana que se pueda dar en la escuela. Este tipo de escuelas, bajo mi punto de vista, pienso que son una buena solución a un problema que ha ido creciendo con el paso el tiempo, ese problema es el fracaso escolar. Este fracaso escolar, viene muchas veces provocado por un ambiente que no es propicio para el estudio. Por tanto, este tipo de escuelas, que lucha por la integración de todas las personas me parece el adecuado para luchar contra el fracaso escolar en zonas marginales.
En segundo lugar, están las escuelas cooperativas. Este tipo de escuelas, más que tener una innovación educativa específica, van más orientadas a otros aspectos como es el trabajo. Esto quiere decir, que este tipo de escuelas tiene una estructura específica y funciona como las acciones de una empresa, que generan unos beneficios, y al final del curso esos beneficios se reparten a los inversores o a los miembros de la cooperativa. Este tipo de escuelas me parecen adecuadas para los maestros que tengan un colchón económico importante, ya que, es necesario una suma importante de dinero para poder entrar a ser parte de la cooperativa. Sin embargo, me parece que de esta forma, se ofrece un trabajo estable y rentable a profesores y empleados.
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